Mi encuentro con el crochet

Hace muchos años, muchos, muchos mi mama me regalo algo asi como un gancho de metal, el cual se me entrego con una advertencia…. «No corras con el que si te caes te lo clavas». Me sono bastante amenazante esa frase, pero de todas maneras decidi seguir las instrucciones.

A los pocos dias de esto, llego a mis manos un ovillo de lana, el color ni lo recuerdo, pero conociendo a mi mama, seria algun color beige o crema (los colores que normalmente tejia ella). La cosa fue que me sente con el hilo y el ganchito que me regalo dias antes, y ella a mi costado indicandome como se usaba.

Pasamos horas sentadas ahi, y yo con mi corta edad ( 4 o 5 años mas o menos), no ataba ni desataba. Asi pasamos varios minutos, luego horas, y mas tarde se convirtieron en dias. Yo seguia con mi ganchito y mi ovillo de lana, sin atar ni desatar. Un dia mi mama cansada del cuadrito deprimente, decidio quitarme el ganchito y regalarme dos palos largos, muy largos, pero esta vez la advertencia fue distinta. Fue algo asi como, » si los rompes no compro otros». Ahi me di cuenta que eran de plastico bastante corriente. Claro no iba a invertir en unos caros, puesto que la niña, o sea «yo», era media negada para las labores.

Regresamos al cuadro anterior, yo sentada con mi ovillo de lana y ahora mis palitos, aprendi a poner los puntos sin que se me cayeran. Gran logro… Asi fueron pasando los dias, y comenzada a tejer con mucha dificultad, mientras que mis amiguitas jugaban afuera a gritos, y yo cual abuelita (claro sin lentes y sin canas), con mis palitos y mi lanita, sentada en mi gradita.

Por ahi salio una chalina, mi primer trabajo, muy orgullosa de mi, pero mi mama dijo algo que nunca olvidare. «Gisella, la chalina era sin huecos…» Me senti completamente desmoralizada, y regrese a mi esquina, con mis palitos y mi ovillito de lana.

Uno o dos años despues, ya mis chalinas salian sin huecos, y mis amigas seguian jugando afuera a gritos. Estarian pensando que aburrida yo tejiendo todo el dia???? Cuando me di cuenta ya estaba tejiendole ropas a mis muñecas, y ahora sin huecos!!!!!!!!!!

Cuando ya estaba en 3ro o 4 to de media, en colegio de mongas (que suerte la mia, los unicos hombres eran los niños de primaria y el cura que nos daba misa), los trabajos de formacion laboral eran facilisimos. Tejia ropones con zapatitos. Fue el negocio de mi vida, pues las flojas de mi salon me los mandaban a tejer a mi y yo les cobraba. Era un ingreso facil, por algo que me gustaba hacer.

Abri mi cajon de palitos un dia, y me encontre con el mismo ganchito que mi mama me habia regalado años antes. Este estaba solo entre tanto palito, y parecia triste. Lo tome entre mis dedos y dije, bueno aprenderemos de una vez.

Comence a comprarme revistas de crochet. Comence a tejer y hacer cosas para mi casa. Mi mama ponia en la sala cuanto tapetito hacia. Cuando iba visita a la casa, ya tenia pedidos y poco a poco se convirtio en un pequeño negocio.

Mientras estudiaba mi carrera (la cual no ejerzo ahora), tuve que dejar de tejer, por obvias razones. Habia que estudiar!!!

Hace 8 años cuando esperaba a mi hija mayor, me reencontre con mis palitos y mi crohet( al fin sabia como se llamaba el famoso ganchito). Pasaba horas tejiendo, mientras iba de la facutad, al hospital, del hospital a la casa, habia mucho tiempo libre desperdiciado.

Y hasta el dia de hoy sigo aprovechando ese tiempo libre… aunque ya no sea en el micro sino en la sala de mi casa.

5 comentarios sobre «Mi encuentro con el crochet»

  1. Hola Gise, qué bonita historia. Creo que cada una de nosotras nos sentimos un poco identificada en ella. Te felicito por el tesón que pones en cada uno de tus trabajos, ya sea tejiendo o con la compu. Un beso. Eva

  2. Hola Gissela, eres una mujer muy emprendedora, te felicito por todo lo que has escrito en esta pagina, cada reglo lo e leido con mucha atencion y me a servido tambien para inspirarme a realizar mi trabajo, una vez mas te felicito…ahhh y bien dicho lo de la abuelita ya fue…ahora es una alternativa para todas nosotras que queremos tener un ingreso a nuestro hogar.
    Cuidate mucho, nos estamos comunicando..un abrazo, hasta pronto

  3. Gisella, felicidades por tu nuevo Blog. Y como siempre dije, tus relatos son amenos. Un placer leerte, amiga.
    Exitos.
    Besos,
    mangeles.

  4. Muchas gracias chicas por sus comentarios, es hermozo este arte, y espero mis hijas tambien lo lleguen a aprender. Al menos la mayor ya esta haciendo sus primeros pininos.

  5. muy bueno tu relato y creo q cada una de nosotras nos identificamos un poquito con ese relato muy cierto es bello este arte y es muy util y provechoso para un pequeño ingrso extra hasta pronto Gisella

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